Una subpersonalidad es cualquier aspecto de ti mismo que tiene una función, actitud o identidad específicas que operan de manera individual y reconocible. Por ejemplo, tienes un Niño Interior que siente y reacciona frente a la vida emocionalmente y necesita sentirse querido y seguro. Esta parte de ti existe ya seas un recién nacido, tengas 100 años o estés en edad intermedia.
Existen numerosos libros y modalidades de sanación que se centran exclusivamente o en gran parte en ayudarte a familiarizarte y crear subpersonalidades saludables. Algunos de los ejemplos contemporáneos de estas modalidades son: la Psicosíntesis, la Hipnoterapia Alquímica, la Potenciación de la Regresión (modalidad que yo he creado y que imparto), Diálogo de Voz y trabajo con el Niño Interior.
° Desde épocas remotas, la comunicación y el equilibrio de subpersonalidades ha tenido un papel vital en las diferentes culturas. Mucho antes de que Freud o Jung «crearan» el concepto de subpersonalidades, algunas tribus americanas y africanas, druidas, tradiciones espirituales de la Diosa y otras culturas, habían reconocido la necesidad de honrar la existencia de la diversidad en la individualidad.
Esto se ha llevado a cabo a través de rituales ceremoniales, épocas de concentración interior personal, sesiones de sanación y ruedas medicinales. La rueda medicinal es un área circular al aire libre delimitada por pequeñas piedras que contienen el círculo, o marcada con rocas más grandes en cuatro o más direcciones. De vez en cuando en el interior de la rueda medicinal se realizan ceremonias, reuniones y actividades espirituales personales.
A través de las épocas los humanos han diseñado máscaras, han creado trajes, se han pintado la cara, han mimetizado a otros seres y han interpretado ritos de transición para facilitar la incorporación y la salud de los diferentes aspectos de sí mismos.
Existen dos categorías de subpersonalidades. La primera categoría consiste en aspectos de ti mismo que se desarrollan en relación con las necesidades o la expresión de la personalidad individual. Por ejemplo, si tienes demasiada negación sexual, puedes tener un Mojigato Interior y una Puta Interior. Se han desarrollado debido al abandono y a los juicios que han sufrido partes de ti mismo que, aun siendo en sí mismas naturales y completas, se les ha negado su libertad de expresión. Otro ejemplo es la subpersonalidad que se podría llamar el Crítico Interior.
Este aspecto puede haber ido creciendo en ti si de niño se te riñó o se te menospreció en exceso. Una parte de tu personalidad adoptó el comportamiento de tus padres y profesores y tomaron el relevo. Este tipo de subpersonalidad disfuncional tiene que sanar, educarse y reasimilarse como parte de todo tu ser y de tu autoestima.
La segunda categoría está compuesta por aspectos de ti mismo que siempre formarán parte de ti. Esta es la categoría en la que se centra este capítulo. Las cuatro subpersonalidades de esta categoría son: el Criador Interior, el Niño Interior, el/la Guerrero/Guerrera interior y el Espíritu Interior. Su estado de salud es un reflejo de tu vida interior y exterior. Tu libertad para ser emocionalmente espontáneo y sincero, tu capacidad de comprometerte y de asumir responsabilidades, así como la conexión espiritual están entre las muchas cosas que crean salud o desequilibrio en estos aspectos de ti mismo.
Se han escrito libros enteros sobre las subpersonalidades, así que este manual no cubre bajo ningún concepto el tema en su totalidad. Es un amplísimo tema que puedes explorar mucho más exhaustivamente.
Sin embargo, es importante que entiendas la estructura básica del trabajo con subpersonalidades, ya que los ejercicios Ka, las sesiones de Cámara de Luz e incluso los procesos básicos del cuidado psíquico de uno mismo pueden y de hecho sacan a la superficie cuestiones que se resuelven más fácilmente a través de la comunicación y la sanación de tus subpersonalidades.