Despejamiento de imágenes

Primero me gustaría definir lo que entiendo por «imágenes». Las imágenes son generalmente una de estas tres cosas:

  1. Las imágenes que tienen otros sobre ti o sobre una cuestión de la vida;
  2. Tus propias conclusiones limitadas, extraídas de la experiencia vital; o
  3. Imágenes de experiencias vitales que permanecen en el aura o en el cuerpo a causa de la existencia de cargas emocionales no liberadas.

A continuación siguen ejemplos hipotéticos de cada una:

  1. Imágenes de otros. Quizá te aburrías en clase debido a la falta de estímulo de la creatividad individual. Como consecuencia, soñabas despierto y no sabías bien la lección, con lo que se te tomó erróneamente por poco inteligente o estúpido. Las imágenes que tenían de ti tu profesor, tus padres y tus compañeros penetraron en tu aura generando dudas y baja autoestima. Las imágenes quedaron prisioneras en ti. Todavía llevas esas imágenes. Otro ejemplo: Quedaron estancadas en ti imágenes de los monólogos incesantes de tu padre sobre lo dura que es la vida. Utilizaba las comidas para exponer las dificultades que entraña ganarse la vida, que la vida es competición y que nadie te da nada en este mundo si no peleas por ello. Para probarlo dibujaba ejemplos extraídos de su propia experiencia proyectándolos hacia el resto de la familia, impregnándote con esas imágenes, que tú absorbías porque aún eras impresionable. Estas imágenes, estancadas en tu tercer chakra, te recuerdan constantemente que la vi da es dura. Las vives en forma de rigidez y/o dolor, incluso úlceras, cuando te enfrentas a los retos de la vida diaria. Tiendes a magnetizar muchas dificultades y grandes conflictos por haber absorbido las imágenes de tu padre y tenerlas aún en el aura o los chakras.
  2. Tus propias conclusiones limitadas a partir de las experiencias vitales. Eres una mujer que de joven tuvo varias experiencias con chicos tocones que proyectaban imágenes lujuriosas de lo que les gustaría hacer contigo. Tu inseguridad te hacía desear ser aceptada y tenías miedo de los hombres a causa de la actitud negativa de tu padre. Ahora tienes imágenes estancadas en los pechos o los órganos femeninos que representan a los hombres como conquistadores que miran a las mujeres con lujuria. Esto genera miedo, relaciones en las que se te utiliza como objeto sexual y una incapacidad de atraer a tu vida hombres que te respeten como amigos o amantes. Otro ejemplo: De niña destacabas en canto y danza, siendo éste el único modo en el que te sentías apreciada. Tienes las imágenes de esas experiencias grabadas en el chakra del corazón como la forma de obtener amor. También permanecen en el tercer chakra como el modo de generar autoestima, así como en el tercer ojo como única fuente de imágenes positivas propias. Esto limita enormemente tu capacidad de desarrollo adulto, la cual se basa en un sentido de amor y apreciación de uno mismo. Todavía pretendes ganarte el amor y la aprobación del mismo modo. A causa de esto, puedes crearte problemas en las mismas áreas en que tanto confías. Si eres cantante, puedes provocarte un desequilibrio en la tiroides o rigidez en las cuerdas vocales. Si bailas, puedes dislocarte la rodilla justo antes de la prueba más importante. Cuando colocas tu sentido de autoestima, tu propia imagen y tu propia valía en una sola persona o cosa -ya sea aceptación sexual, cantar, bailar o cualquier otra obsesión personal-desarrollas en tu interior el miedo de perder esa capacidad o aspecto porque le has dado una importancia mayor de la que tiene. Ese miedo acaba creando una crisis de un modo u otro, ya sea física, mental o emocional. La respuesta es despejar las imágenes, cambiar los comportamientos y desarrollar un sentido espiritual de la propia valía basada en actuar con integridad y viviendo como el ser maravilloso que se es. Así, el canto, la danza o la expresión sexual puede ser una fuente natural que surja de una visión sana y amorosa del propio yo.
  3. Experiencias vitales con carga emocional no liberada. Si abusaron de ti física o sexualmente de niño, adolescente o adulto, puede que aún lleves imágenes de esas experiencias en tu campo energético. Estas imágenes ahora crean un trauma y un gran miedo que tu vida magnetiza. Cuando ocurrieron aquellas experiencias, probablemente no sabías o no podías liberar emociones y sentimientos, de modo que los atrapabas junto con las imágenes vitales en el cuerpo y el aura. Puede que necesites un entorno seguro con un terapeuta o sanador espiritual de confianza para acabar expresando y liberando estos traumas en la vida adulta. O puede que seas capaz de liberarlas sabiendo ayudarte a ti mismo. Puede servir de mucho sentarse en un lugar seguro y hacer fluir energía mientras respiras profundamente y eliminas las imágenes pasadas en el interior de rosas hasta que desaparezcan. Si no puedes encontrarlas tú mismo, puede que necesites la ayuda de un buen sanador clarividente.
    Un ejemplo menos intenso de esta categoría de imágenes lo representa la gente que compra sólo productos anunciados y de marca. Sin duda es algo de lo más corriente en la sociedad actual. Se produce el refuerzo constante de ciertas imágenes en anuncios de revistas y periódicos, así como en los anuncios de la televisión y la radio que dicen: «El nuestro es el mejor» o «Si quiere que su familia le quiera, sírvales...» o «Lave su ropa con...» Creo que la imagen es clara. Perdón por el juego de palabras. Como persona sensible a ciertos productos químicos debido a alergia a detergentes, champús, jabones y perfumes comerciales, conozco las neurotoxinas incluidas en esos productos que matan literalmente tejido cerebral y terminaciones nerviosas. Naturalmente, he tenido que concienciar del problema a alumnos y amigos con quienes paso mucho tiempo para que dejen de usar estos productos si quieren que pasemos tiempo juntos. Algunas personas aceptan los cambios con elegancia e incluso agradecen que se les hable de la naturaleza tóxica de estas sustancias. Otros se lo toman como algo personal. Sin embargo, unos pocos han llegado a mirarme con miedo o temor y han dicho cosas como: «Pero tengo que usar tal marca. Es lo único que de verdad me limpia la ropa» o «Es el único champú que funciona con mi pelo. Todos saben que es el mejor». La primera vez que oí tales reacciones me sorprendió tanto que se creyeran tales cosas que me quedé muda. Luego empecé a hablarles de lo limpia que estaba mi ropa, lavada sólo con bicarbonato y a veces con quitamanchas sin productos químicos. Y el brillo y la fuerza de mi pelo lavado con champú y acondicionador ecológicos sin perfume. También dirigí a la gente hacia los detergentes no perfumados y biodegradables, jabones y productos de limpieza. Poco a poco empezaron a eliminar sus imágenes tras conocer, utilizar y ver los resultados de las alternativas no tóxicas. Muchos me agradecieron más tarde el tener un pelo y una piel así de sanos, menos ataques de sinusitis y menos mareos después de cambiar de detergente o dejar los perfumes en favor de aceites esenciales de alta calidad. Por supuesto, no son más que unos pocos ejemplos de las imágenes que os pueden bloquear, pero son suficientes para daros una idea de qué se puede buscar en uno mismo. Ahora tenéis que saber qué hacer con esas imágenes. Después de identificar las imágenes que os bloquean es bastante fácil despejarlas. Básicamente, se hace fluir energía mientras se eliminan repetidas veces las imágenes colocadas en el interior de rosas hasta su desaparición.  Si las imágenes cuentan con mucha carga, puede hacer falta un proceso frecuente de despejamiento durante un tiempo hasta que se perciba un sentimiento nuevo y estable y/ o una reacción de comportamiento estable en las correspondientes áreas vitales. Cuestiones más profundas con sentimientos y formas de pensamiento extremadamente traumáticos o fijados pueden precisar ayuda de otras personas, pero este proceso resulta increíblemente bueno para la mayoría de las imágenes estancadas.

Usa el formato siguiente para despejar imágenes:

  1. Cierra los ojos y conéctate a la tierra.
  2. Comprueba el tamaño, colores y rosas del aura y haz los ajustes precisos.
  3. Haz fluir las energías cósmicas y terrestres a través de los canales del cuerpo y pon ambas en Automático.
  4. Determina una imagen, de uno de los ejemplos anteriores o de alguno propio, que sientas estancada en ti.
  5. Actúa sobre las imágenes con el ojo de la mente. Si no ves o recuerdas automáticamente las escenas mientras piensas en el asunto, pide que una imagen lo represente.
  6. Coloca la imagen en el exterior del aura y ponla en el interior de una gran rosa del color que crees automáticamente.
  7. Disuelve esta primera rosa y crea una nueva en su lugar alrededor del resto de la imagen.
  8. Continúa creando y disolviendo rosas alrededor de la imagen lo más rápido que puedas, aunque sin prisas, hasta que la imagen termine por desaparecer. Si surgen emociones durante este proceso, respira profundamente para ayudarte a su total liberación. Si empiezas a llorar o a temblar, convéncete de que estás a salvo y que sólo experimentas emociones antiguas que abandonan tu cuerpo. Luego procede a sentir las emociones lo más intensamente posible mientras creas y disuelves rosas. Si necesitas gritar, golpear almohadas, saltar arriba y abajo o simplemente observar los sentimientos, confía en tu conocimiento interno de lo que precises. La expresión correcta acabará con la contracción, hará que sientas emociones más sinceras y te traerá alivio incluso durante el proceso.
  9. Ahora visualiza otra imagen asociada con el mismo asunto y elimínala con rosas una y otra vez hasta que también desaparezca. Repite este proceso hasta que no queden más imágenes relacionadas.
  10. Sigue haciendo fluir energía y respirando profundamente para ayudar a la liberación de emociones y energías unidas a las imágenes. Cuando sientas cesar la liberación de energías y/o emociones y vuelva a haber luz en ti, has terminado.
  11. Luego crea una afirmación que reemplace las viejas imágenes. Empieza a formularlas con un positivo «soy», tal como «soy libre y estoy a salvo para expresarme a mí mismo» o «soy un Ser de Luz hermoso y radiante y profundamente digno de respeto y amor cuando canto y cuando no» o bien «la vida y las personas están de mi parte sin esfuerzo y con alegría». La afirmación contribuirá al anclaje de una realidad alternativa más alineada con quien eres de verdad y lo que quieres crear en la vida.
  12. Abre los ojos y date las gracias con el regalo que te acabas de hacer.
  13. Inclínate y descarga.

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