La visualización y el despejamiento psíquico utilizando imágenes etéricas de rosas llevan siendo de uso corriente durante al menos varios siglos. Mis propios recuerdos de vidas pasadas como sacerdotisa y bruja blanca revelaron el uso de rosas en prácticas espirituales que se remontan al siglo XII. Ciertamente, es posible que el despejamiento con rosas se remonte aún más atrás. La rosa como símbolo de sanación es una herramienta muy efectiva en el proceso de despejamiento propio y de otras personas.
Así como el loto se ha utilizado a través de las eras como símbolo de iluminación, la rosa se ha utilizado para simbolizar y presentar la «pureza de la afinidad con uno mismo». Lo que esto significa es que las rosas tienen la capacidad de eliminar las energías antinaturales y ajenas a tu modo de ser esencial e inherente que se encuentren dentro de tu campo energético. Por ejemplo, si sientes congestión en el chakra del corazón y sospechas que se debe a que has absorbido el desequilibrio energético de otra persona, puedes liberar la energía ajena con una rosa.
Limítate a colocar la imagen de una gran rosa abierta en el chakra del corazón y, con la imagen de la persona en su interior, deja que la rosa se llene de la energía ajena. Después, elimina de tu chakra del corazón la rosa llena de la energía de la otra persona, envía la rosa al exterior de tu aura, incluso al exterior del edificio en que te encuentres, y visualízala disolviéndose, vaporizándose o, simplemente, haciendo «puf». La energía de la otra persona se disolverá con la rosa. Al desaparecer la rosa, la energía expulsada del chakra del corazón se neutraliza y vuelve a la persona a la que pertenece.