Un último uso de las rosas es la autoprotección. Las rosas se pueden mantener en el exterior del aura con un tallo que las conecte a la superficie de la tierra en todo momento para alejar influencias no deseadas y definir tus límites. Tenderán a absorber energías perdidas y extrañas a tu alrededor impidiendo así que entren en el aura. Las rosas de los límites no se ocuparán de todo, pero ayudarán mucho.
Puedes tener una rosa gigante enraizada en la superficie de la tierra delante del aura. O preferir cinco rosas en el exterior del aura: una delante de ti, una detrás de la espalda, una a cada lado y una encima.
El cordón de conexión a la tierra se ocupa de proteger tu extremo inferior. Evita cualquier tendencia a usar estas rosas de un modo paranoico. No se trata de un recurso a utilizar porque «alguien» vaya a por ti. Esta técnica no es más que un recurso para ayudar a responsabilizarte personalmente de tus límites y tus opciones. Es especialmente útil si eres muy sensible o tienes antecedentes de ser una esponja psíquica.
Puede que durante el mero proceso de colocar las rosas en los cinco puntos del exterior inmediato del aura encuentres que no dominas su parte posterior. En otras palabras, la parte posterior del aura puede encontrarse muy disipada o puedes tener menos conciencia de ella que del resto del aura. Tener paciencia para visualizar una rosa allí y para sentir el espacio entre tu cuerpo y la rosa fortalece de modo natural esa parte de tu aura y te hace que la espalda sea menos susceptible a invasiones e incluso a daños psíquicos.
Los pasos siguientes te ayudarán a establecer rosas en los límites:
- Tras cerrar los ojos, conéctate a la tierra y ajusta el aura cuanto necesites.
- Visualiza una rosa de cualquier tamaño y color que te parezca bien y colócala en el exterior del aura delante de ti. Trata de verla en detalle.
- Imagina la rosa unida a un tallo enraizado en la tierra. Haz que la rosa permanezca allí hasta que la disuelvas de modo consciente.
- Visualiza otra rosa en el exterior izquierdo del aura.
- Coloca también un tallo con raíz en esta rosa y de nuevo haz que permanezca allí hasta que la disuelvas.
- Ahora coloca una rosa enraizada a la derecha en el exterior del aura. De igual modo haz que permanezca allí.
- Coloca otra rosa sobre la cabeza y en el exterior del aura. De nuevo haz que tenga tallo y raíz y que se quede allí hasta que la retires.
- Finalmente, visualiza una rosa con tallo en el exterior del aura detrás de la espalda. Si es necesario, utiliza la respiración y haz que el aura se extienda y se fortalezca por detrás unos 20 o 30 centímetros. Haz también que esta rosa se quede hasta que vuelvas a ella.
A fin de reforzar la efectividad del intento, disuelve cada rosa y cada tallo en el orden que las creaste. Luego repite los pasos desde el 2 hasta el 8 para darte rosas nuevas en los cinco puntos. Si necesitas repetir los pasos unas cuantas veces para que las rosas parezcan más reales, hazlo ahora.
Cuando acabes, deja las rosas en su sitio hasta que vayas a la cama. Al irte a la cama, mira si las rosas aún parecen frescas, si se han cerrado o si parecen marchitas. Su estado será un buen indicador de lo que han estado haciendo a tu favor. Una vez hechas estas observaciones, repite de nuevo los pasos, primero disuelves las rosas existentes y luego colocas unas nuevas.
Cuando empieces a utilizar rosas alrededor del aura se recomienda que las disuelvas y coloques otras nuevas al menos dos veces al día durante unos días hasta que permanezcan intactas en el momento de comprobarlas. Ahora yo sólo cambio mis rosas del aura alrededor de una a dos veces por semana, aunque al principio solían llenarse de energía extraña y hacía falta reemplazarlas al menos diariamente.
Descubre tus propios requisitos personales experimentando.