Usar la Cámara Lumínica de Ascensión es un modo maravilloso de experimentar el ser Uno. Los puntos de luz condensada que llenan la cámara son de una paz, pureza y alta frecuencia tales que aligeran la sensación de conciencia del cuerpo. Una experiencia de plena ascensión en cuerpo requiere que se encuentren abiertos los Canales Ka y que cada célula del cuerpo se encuentre kármicamente despejada y capaz de retener una luz de alta frecuencia. Esto permite a tu Yo Crístico descender plenamente a la materia.
A esto sigue un estado de éxtasis e iluminación, en medio del cual tu ser puede elegir entre permanecer en tu cuerpo físico para dar y servir o bien ascender, en cuyo caso el cuerpo se vuelve ligero y vibra a una frecuencia tan alta que penetra en dimensiones superiores, dejando de ser visible a ojos terrestres.
Mi experiencia de ascensión en una vida anterior comenzó con una sensación de ligereza y optimismo. Cuando se produjo la ascensión propiamente dicha, se elevaron las frecuencias de la luz de mis células, y las células físicas se pusieron a girar cada vez más rápido. Me sentí alegre y ligera, con la intensa sensación de dejarme llevar.
Esto continuó hasta que mi cuerpo acabó convertido en luz y empezó a levitar, desapareciendo del mundo físico y llegando a los planos superiores de su destino prefijado. Los sentimientos más abrumadores al revivir la experiencia fueron una libertad en éxtasis, el desapego de mi individualidad y la sensación de ser Una con la Luz que existe en Dios/Diosa/Todo lo Que Es.
La Cámara de Ascensión crea un puente entre tu lugar actual y tu propia iluminación y ascensión. La experiencia espiritual de sentirse Uno con la Luz omnipresente, la cual también recibe el nombre de Sol Infinito, es el objetivo primordial de la Cámara de Ascensión. Aún así, mis experiencias en el interior de esta cámara han sido variadas. Generalmente, me sumerjo en un pozo profundo de paz divina, a veces acompañada de una alegría y un amor intenso, mientras que otras veces la experiencia carece de cualquier otro pensamiento o sentimiento.
En la primera parte de la sesión suelo experimentar una liberación de energía que despeja cualquier obstáculo que impida alcanzar la paz o el ser Uno. Esta liberación puede asumir la forma de emociones que se escapan, pensamientos negativos o creencias despejadas, o bien la producción espontánea de ruidos para liberar tensión, por citar algunas posibilidades. Después se produce una especie de cambio en las frecuencias que provoca una sensación gradual de aligeramiento y de paz divina.
Este último cambio es el que se produce al principio de la sesión de cámara cuando no hay que realizar un despejamiento previo. A partir de ese momento suelo caer en un estado de abandono tan profundo que siento mi cuerpo como si todo él estuviera formado por puntos brillantes de luz como si fuera un sol o una estrella. Luego siento una unión con una gran cantidad de puntos brillando con una luz resplandeciente, como si la cama o el suelo, el aire, el edificio y hasta la Tierra entera estuviera compuesta de la misma luz que yo y esta luz es ilimitada, como el Sol Infinito.
Es entonces cuando a veces siento como si me moviera en libertad por el interior del Sol Infinito. Muy a menudo me acompañan unos seres llenos de belleza y amor. A veces se comunican conmigo y a veces me quedo en silenciosa comunión con ellos. Otras veces me reúno con mi Consejo de Ancianos. Este Consejo de Ancianos es un grupo de cuatro ancianos Seres de Luz que me aconsejan y me guían en mi paso de una vida a otra.
Cada humano cuenta con su propio Consejo de Ancianos; saben exactamente lo que cada uno necesita en cada momento y aconsejan en consecuencia. Sin embargo, cada persona es libre de elegir lo que haga y el Consejo de Ancianos hace siempre honor al libre albedrío. Cuando estoy con ellos les suelo hacer preguntas, pero ellos deciden si es o no apropiado responder.
La mayor parte de las veces las sesiones de la Cámara de Ascensión se orientan más hacia estados de ser en lugar de hacer. Nos brindan oportunidades de acceder a una sabiduría espiritual profunda y de experimentar una sensación de entrega y paz, así como la elevación de las frecuencias de luz en el cuerpo. Mediante esta cámara una vez me hicieron ascender por un largo tramo de escalones cristalinos que conducía a un precioso templo abierto llamado Templo del Sol, o Templo de Dios Padre. Tenía un trono dorado, y un ser resplandeciente se sentaba en él.
Brillaba tanto que no se podían distinguir sus rasgos. Mis propios sentimientos de ser amada y valorada y de formar parte de aquello eran abrumadores. Me llevaron al interior del templo y me mezclaron con el campo de energía de este ser hasta que nos convertimos en un único sol dorado, que empapaba la existencia toda. Después de esa sesión de cámara no pude dejar de sonreír durante horas.
Tu forma de experimentar la Cámara de Ascensión será única dentro de tu siguiente paso hacia la iluminación y la ascensión, y tenderá a proporcionarte un «punto de referencia espiritual» en un estado superior del ser. Abandona toda expectativa y deja que la experiencia sea para ti lo máximo que pueda ser.
Después de prepararte en un lugar cómodo y abrir la sesión de cámara como siempre, simplemente invoca la Cámara Lumínica de Ascensión alrededor del cuerpo y el aura y relájate. Espera de veinte minutos a hora y media para completar la sesión de cámara, ya que puede ser muy intensa.
Cuando sientas que la sesión ha terminado, vuelve a conectarte a la tierra antes de levantarte, ya que puede ser que te sientas muy difuso y alejado de la realidad.
- Relájate en posición reclinada, con las rodillas apoyadas sobre algo cómodo (cuando las piernas están completamente rectas, las rodillas tienden a bloquear e inhibir el flujo completo de energía).
- Cuando te encuentres en posición, inspira despacio unas cuantas veces mientras centras la atención en lograr que tu conciencia esté más presente en el cuerpo.
- Conéctate a la tierra.
- Retrae el aura a una distancia de aproximadamente un metro del cuerpo en todas las direcciones. Haz los cambios necesarios en el color de los límites del aura o en las rosas.
- Ahora llama a los Emisarios Pleyadianos de Luz y al Maestro Ascendido Jesucristo para vigilar y llevar a efecto la sesión de sanación.
- Pídeles que coloquen sobre ti el Cono de Luz Interdimensional para procurar el despejamiento y el alineamiento divino.
- Si deseas que otros guías, seres angélicos o Maestros Ascendidos estén presentes en la sesión, ahora es el momento de llamarlos, especificando siempre que sólo los seres de Luz Divina estén presentes.
- Como en cualquier otra sesión de sanación, pide qué te acompañe tu Yo Superior.
- Invoca la sesión de cámara ascensión.