Cámara lumínica interdimensional

A esta cámara también se la podría llamar «Cámara de Infusión del Alma», aunque los pleyadianos la llaman Cámara Lumínica Interdimensional. Su función es la de aumentar y fortalecer la sensación y la conciencia de la esencia del alma en todo el cuerpo.

Aproximadamente a unos cinco o seis centímetros de profundidad en el chakra del corazón situado en el centro del pecho se encuentra la llamada «matriz del alma». Esta matriz consiste, por un lado, en dos puntos de anclaje con forma de prisma y aspecto de diamante y, por otro, en el «sol del alma» como yo lo llamo. Este «sol del alma» se asemeja a una estrella o un sol que irradia una hermosa luz azulada o dorada.

Como el sol es una estrella, no son términos contradictorios. Esta luz del alma debe brillar intensamente cuando conoces y sientes la valía y el valor de tu naturaleza esencial. Cuanto mayor es tu capacidad para ver la belleza esencial en ti mismo y más te amas, amas a Dios/Diosa/Todo Lo Que Es, a los demás, a la naturaleza y a la Creación en general, más brilla esa luz, y cuanto más brilla, mayor es tu capacidad para experimentar esa belleza interior, valía y amor.

Las dudas y juicios sobre uno mismo, el sentirse poco digno de algo, la culpa, los juicios, o el poco amor hacia los demás pueden debilitar la luz del alma. En otras palabras, cuanto más valores lo que hay de sagrado en ti, en los demás y en la existencia, experimentarás mejor quién eres realmente. Otras cosas que pueden bloquear o debilitar la luz del alma son la falta de honradez de cualquier tipo; el sexo sin amor; abuso físico o emocional; represión emocional, justificación de tu odio, ira y culpa; no estar conectado a la tierra (ausencia del espíritu en el cuerpo); estar poseído por entes. La lista es interminable.

La cura básica para todo este tipo de emociones es el amor, actuando desde la integridad y la buena voluntad, la honradez emocional total contigo mismo y con los seres queridos y aceptar la responsabilidad de participar activamente en la creación en todos los aspectos de tu vida. Cuando vives de esta manera empiezas a sanar las heridas que tú mismo u otros te han causado en el pasado y así tu verdadera esencia brillará de nuevo en cuerpo y alma.

Los Pleyadianos y el Cristo ofrecen la Cámara Lumínica Interdimensional para ayudarte en la labor de sanar y crecer. Cuando yo utilizo la cámara soy consciente de los delgados filamentos de luz que brillan como pequeños láseres en la matriz de mi alma, iluminándola desde dentro hacia fuera. La luz que entra está relacionada con la luz del sol, pero brillando hacia dentro en lugar de hacia fuera, toda ella dirigida hacia un núcleo central, en oposición a la luz solar natural que brilla desde el núcleo del Sol hacia fuera.

La concentración de luz solar es tan intensa en el núcleo de tu alma que acentúa la tendencia natural de ésta a irradiar su brillo. Como resultado acelera la combustión lenta de energías bloqueadas que impiden al alma brillar, permitiéndote así sentir tu verdadero yo. Ya procedan estos bloqueos de energía del odio hacia ti mismo, de juicios, de daños causados o de cualquier otra fuente, esta Cámara de Luz te fortalece y concede a la luz del alma el poder de quemarlas.

A veces, cuando uso esta cámara, siento el despejamiento en mi cuerpo como una suave presión o un dolor sordo. Cuando concentro la respiración en el área afecta da mientras atraigo conscientemente el resplandor de mi alma hacia ella, llega un punto en que se libera y se abre. A ello le acompaña generalmente una sensación de ondas de energía aflorando desde el alma a través de mi cuerpo como las ondas del estanque al arrojar una piedra.

Algunos de mis clientes y amigos han tenido experiencias extracorporales en el interior de esta cámara. Ello se debe generalmente a una o tres razones. En primer lugar, puede existir un grave daño en la matriz del alma de la persona, el cual los pleyadianos proceden a sanar cuando ésta se encuentra fuera del cuerpo. La persona puede necesitar abandonar el cuerpo, simplemente para dejar vía libre a la sanación.

La segunda razón por la que una persona pueda necesitar estar fuera del cuerpo es para ir a otras dimensiones y recuperar el alma. La tercera razón es que la persona necesite recibir o una sanación o un punto de referencia espiritual del origen de su alma y su conexión con Dios/Diosa/Todo Lo Que Es. Cuando alguien abandona el cuerpo por esta última razón, dicen haber experimentado un sentimiento de no querer volver provocado por la inmensa paz y belleza del lugar al que fueron llevados.

Ya permanezcas en el cuerpo o te saquen de él durante un tiempo, al volver sentirás más paz y amor después de las sanaciones, como me ha ocurrido siempre a mí y a otros. Sentirás los ojos más relajados y menos irritados. A mí me pasa siempre. Los ojos, ventanas del alma, se despejan, se abren y cumplen mejor esta función después de una sesión de cámara.

A veces, después de realizar una sesión de Cámara Lumínica Interdimensional, he experimentado una reacción posterior, concretamente la liberación de emociones del pasado. Por ejemplo, después de una de estas sesiones me sentí maravillosamente durante una hora y después, durante un par de horas, me sentí sola y deprimida. Como reconocí estas sensaciones como efectos secundarios del despejamiento, me dije que se trataba de sentimientos pasados que abandonaban el cuerpo, dejando sitio a más amor y más unión vital con el alma. Me aseguré de mantener la respiración abierta, mostré mucha mayor autocomprensión en lugar de sentir lástima hacia mí misma y permití que los sentimientos pasasen suavemente y de modo natural.

Es importante no identificarse con las emociones que afloran después de cualquier tipo de sesión de cámara; antes bien, hay que verlas como lo que son: emociones petrificadas que se han liberado para facilitar su propia desaparición por medio del proceso de transformación que ocurre al ir pasando éstas por los chakras. Estas sesiones te pueden decir mucho de ti mismo, a partir tanto de las profundas experiencias de tu propia esencia como de la naturaleza de las emociones y pensamientos que liberas durante la sesión o posteriormente. Descubrir el mito de tu propia alma es una parte vital en la sanación y el redescubrimiento.

Si has sufrido graves daños de corazón o de alma, puede que al principio no sea conveniente hacer más de una sesión de Cámara Lumínica Interdimensional cada dos semanas. Para determinar la frecuencia de uso, fíjate en el nivel de despejamiento que sigue a cada sesión. Sin embargo, habrá veces en las que, aunque se consuma gran cantidad de energía bloqueada, te sientas sereno, abierto y cariñoso todo el día sin ningún efecto secundario. Tu alma debe sanar despacio a fin de que el proceso resulte menos traumático. Por lo tanto, deja siempre un período de asimilación.

Estas sesiones de Cámara Lumínica Interdimensional suelen durar de veinte minutos a una hora. Es mejor dejar el tiempo máximo, aunque rara vez durarán tanto. En una ocasión excepcional oí una voz interior que formulaba con inquietud las creencias restrictivas que yo mantenía acerca de la separación de los hombres y Dios Padre. Insistí en el uso de la técnica para despejar creencias descrita en el capítulo 6, hasta que la voz se acalló y las oleadas de luz y amor pudieron fluir desde mi alma por todo mi cuerpo, recuperando así la paz.

Empieza la sesión dando los pasos de apertura descritos al principio de este capítulo. En su momento, pide que te coloquen la Cámara Lumínica Interdimensional alrededor del campo áurico.

Luego declara tu deseo de despertar tu alma para que su luz brille a través de cada célula de tu cuerpo.

  1. Relájate en posición reclinada, con las rodillas apoyadas sobre algo cómodo (cuando las piernas están completamente rectas, las rodillas tienden a bloquear e inhibir el flujo completo de energía).
  2. Cuando te encuentres en posición, inspira despacio unas cuantas veces mientras centras la atención en lograr que tu conciencia esté más presente en el cuerpo.
  3. Conéctate a la tierra.
  4. Retrae el aura a una distancia de aproximadamente un metro del cuerpo en todas las direcciones. Haz los cambios necesarios en el color de los límites del aura o en las rosas.
  5. Ahora llama a los Emisarios Pleyadianos de Luz y al Maestro Ascendido Jesucristo para vigilar y llevar a efecto la sesión de sanación.
  6. Pídeles que coloquen sobre ti el Cono de Luz Interdimensional para procurar el despejamiento y el alineamiento divino.
  7. Si deseas que otros guías, seres angélicos o Maestros Ascendidos estén presentes en la sesión, ahora es el momento de llamarlos, especificando siempre que sólo los seres de Luz Divina estén presentes.
  8. Como en cualquier otra sesión de sanación, pide qué te acompañe tu Yo Superior.
  9. Solicita que te coloquen la cámara lumínica interdimensional alrededor de tu campo áurico.
  10. Declara tu deseo de despertar tu alma para que su luz brille a través de cada célula de tu cuerpo.

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